Anidada en las costas del mar Caribe fue fundada en 1496 por el intrépido explorador español Bartolomé Colón, hermano del célebre Cristóbal Colón, marcando el surgimiento del primer bastión europeo permanente en América, cuya importancia histórica es innegable. Llevando sobre sus hombros el peso de ser el primer asentamiento europeo en América, sus primeros días Santo Domingo fungió como el epicentro colonial de la Corona de Castilla en el Nuevo Mundo.
Bajo el mando de Nicolás de Ovando, la ciudad encontró su hogar definitivo en la margen occidental del río Ozama alzando su majestuosidad a sus orillas en 1502, un cambio estratégico que la situó en una posición más segura frente a guerras civiles y los embates de piratas que azotaban la región como Francis Drake y Jacques de Sores, cuyos ataques dejaron cicatrices en su paisaje urbano.
Originalmente conocida como Santo Domingo de Guzmán, con más de quinientos años de una historia fascinante se entrelaza con la geografía única de la región atrayendo a inmigrantes, comerciantes y aventureros a lo largo de los siglos. Desde la ocupación de Francis Drake en 1586 hasta los vaivenes de la lucha por la independencia, la ciudad ha presenciado los avatares que esculpieron el destino de la nación.
La restauración de su soberanía en 1844 representó un hito trascendental, aunque los desafíos políticos y sociales persistieron hasta el siglo XX. Bajo el nombre de "Ciudad Trujillo" entre 1936 y 1961, la ciudad reflejó la influencia de líderes políticos en su identidad, hasta que recuperó su nombre original tras el asesinato del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Santo Domingo, como testigo del dominio español en el Nuevo Mundo, hoy en día se erige como una ciudad vibrante y diversa, hogar de más de cuatro millones de personas que conviven con alegría. Con una herencia arquitectónica plasmada en la Ciudad Colonial que atrae a millones de visitantes cada año, su área metropolitana, la más grande de la República Dominicana y de las Antillas, ofreciendo una experiencia única a quienes exploran sus calles empedradas, sus monumentos históricos y sus hermosas playas rebosando de vida y cultura, como lo demuestra su elección como Capital Americana de la Cultura en 2010.
La historia de Santo Domingo, desde sus días precolombinos hasta la modernidad, es un relato de colonización, resistencia e independencia que ha forjado la identidad única, siendo testigo de innumerables cambios de liderazgo. Desde las antiguas aldeas taínas hasta los imponentes edificios coloniales de la Zona Colonial, cada rincón de Santo Domingo respira historia y orgullo por sus raíces.