Robert VargasFuente: Ciudadoriental.com
Los Tres Brazos, Los Mina.- Por algún motivo que solo el presidente Leonel Fernández y su entorno muy cercano conocen, el gobernante se abstuvo de dar ayer (miercoles) el famoso "primer picazo" con el que dejarían simbólicamente iniciados los trabajos de reconstrucción de la planta de tratamiento de aguas residuales en este barrio.
El Ministro de Información y Prensa de la Presidencia, Rafael Núñez, se había asegurado de que "los muchachos" de la prensa se colocaran en línea, muy organizaditos, para hacer las tomas en video y en foto.
Fernández se había detenido durante algunos minutos a la entrada del lugar que ocupa la planta en cuestión.
Conversó con algunos dirigentes comunitarios, mientras los fotógrafos y camarógrafos andaban encima de la planta, que estaba repleta de heces fecales flotando pero si su hedor característico porque había sido tratada químicamente para modificar algo el ambiene ante tan distiguidos visitantes.
De repente, cuando el presidente comenzó a caminar hacia el interior, "los muchachos de la prensa" fueron advertido de que deberían colocarse en una hilera, a cierta distancia, para hacer las tomas.
Un camino cubierto de arena había sido preparado para que Fernández caminara por él como si este fuera una "alfombra roja" por donde caminan las estrellas.
Sin embargo, Fernández ni siquiera miró hacia el lugar donde daría "el primer picazo" y le hizo "el fo" a los "muchachos de la prensa".
Nadie sabe, exactamente, porqué lo hizo.
Sin embargo, caminó hacia la planta de tratamiento y todos creía que se acercaría.
Nada, se mantuvo a distancia. Los fotógrafos y cámaras, siempre intrépidos, treparon sobre la plataforma de la planta exponiéndose a que esta se rompiera.
-"Si se caen son gentes muertas", dijo uno.
Y no es para menos. Esa agua contiene de todo.
Fernández, mientras tanto, estuvo a distancia prudente. Conversó con comunitarios y políticos y luego lo hizo con el alcalde Juan de los Santos, antes saludó a Soterio Ramírez.
Finalmente, se montó en su vehículo y se marchó.
Desde algunas ventanas vecinas, la gente gritaba:
-"¡El picazo! ¡El picazo!".
Leonel, desde el interior de su vehículo no podía escucharlo.
Se salvó la lomita de tierra de que le dieran un picazo.
¿Porqué no lo dio? ¿Porqué variaron el programa? ¿Se les olvidó el pico?
¡Quien sabe!
Lo cierto es que esta obra se quedó sin el dichoso "´primer picazo".
