Por Juan Tomás Taveras
Periodista Mayor General (R) PN
Quizás el arte de gobernar sea precisamente eso: el arte de saber valorar al pueblo y esforzarse por alentar y cumplir sus sueños". Blanca Cotta.
Quizás ha llegado el momento de que la sociedad dominicana empodere su soberanía, tal como lo manda la democracia directa o pura: “cuando la soberanía, que reside en el pueblo, es ejercida inmediatamente por él, sin necesidad de elegir representantes que los gobiernen”.
Debemos ponerle un límite a los gobiernos nacidos de la trama de la “democracia representativa”, que solo sirve a los intereses de unos pocos y causantes de constante frustración popular, siendo los protagonistas de la profundización y generalización de la crisis que vive el país, los gobernantes de turno que tan solo han representado: el incremento del hambre popular, de la miseria, de los bajos salarios, la limitación o atropello de conquistas democráticas, la corrupción, la demagogia, el saqueo brutal, irracional de los recursos humanos y de los recursos naturales.
Se impone, por lo tanto, establecer una verdadera alternativa de gobierno, con garantías de derechos y calidad de vida: soberanía, educación, salud, empleo, medio ambiente, alimento, vivienda, justicia, seguridad y libertad, digna, para todos los habitantes, que cumpla y termine el sueño de nuestros héroes-patriotas, trinitarios y restauradores, que arriesgaron y dieron su vida por nuestra patria, hoy mancillada por la mayorías de nuestros políticos, que han dirigido los gobiernos y el sistema de partido putrefacto.
La gobernabilidad es una consecuencia de los Estados organizados cimentados en un estado de derecho que respeta los principios éticos y morales, enfocados en la justicia y el bien común. Todo gobernante debe basar su mando y autoridad en el respeto de los derechos humanos, destacando su liderazgo en la honestidad y transparencia de sus acciones.
El profesor y escritor austríaco Peter F. Drucker, como cristiano devoto, sumó los valores morales de un líder a su eficiencia como gestor del desarrollo social sostenible.
Él destaca la insuficiencia del Estado como agente de rendición social y demuestra que sólo la productividad de una nación puede generar equidad entre su pueblo.
Debemos echar a un lado las diferencias y pensar en el bien común, en la cohesión social basada en ética y moral, dejando a parte el individualismo y los intereses particulares. La participación es un derecho de todos en las sociedades democráticas y los derechos debemos asumirlos con acciones prospectivas que nos lleven a alcanzar una sociedad con mejores garantías de seguridad social y de derechos.
El liderazgo de los gobernantes debe sobreponerse a todo, interpretando correctamente el poder concedido y asumido único y exclusivamente para servir, sin desvío a ninguna otra acción que pueda ser contraria a los intereses y el bienestar de la colectividad.
Ejerciendo la autoridad de ese poder para garantizar y salvaguardar la justicia y el bien común, principal responsabilidad de todo gobernante en cualquier Estado.
Nunca un gobernante con liderazgo será temido sino respetado. Es aspiración de toda sociedad justa lograr que todos los funcionarios y servidores públicos basen su gestión en principios éticos y morales para que todos lleguen alcanzar el verdadero liderazgo.
En estos momentos la sociedad dominicana está siendo explotada y quienes menos reciben son los que honestamente trabajan, se hace imperativo convocar a una cumbre de las fuerzas vivas del pueblo trabajador, a los que le duele la patria, para y por lo que llamamos e invitamos a reflexionar primero a mis lectores y a través de ellos a todo el pueblo, en especial a la sociedad pensante, consciente, con el objetivo de provocar el debate que de inicio al despertar, con el estallidos de los cañones y fusiles representados por los lápices y las palabras, para la revolución que necesitamos.
Qué esperan aquellos con madera de liderazgo para unificar criterios en la consolidación de un proyecto de Estado que dé participación seria y real a todos los sectores de la sociedad.
“El ideal de todo gran gobernante se formó pensando en los demás.” anónimo.
“Toda autoridad no constituida con arreglo a la ley es ilegítima, y por tanto, no tiene derecho alguno a gobernar ni se está en la obligación de obedecerla.” Juan Pablo Duarte .
Opina se hace imperativo un gobierno alternativo en RD
noviembre 18, 2010
0