Fuente: Ciudadoriental.com
Los Mina. El destacamento del ensanche Felicidad en esta barriada estaba apacible y atentos todos a la suerte de un presunto violador de perras capturado horas antes por el vecindario.
De repente llegó una camioneta, con un cadáver en su montacargas, junto con varios hombres y un par de mujeres con pancartas hechas con trozos de cartón.
-“¡Mírenlos ahí, lo mataron esos asesinos!”, grito una mujer enfurecida.
-“¿Dónde esta el fiscal? ¡Que salga, que lo vea con los palos y puñaladas!”, vocifera un hombre.
En la parte trasera del vehículo esta un féretro con el cadáver de José Manen Martínez, un vecino de este barrio que fue asesinado a palos y puñaladas en un hecho confuso en la calle G del sector.
El morbo de los curiosos se disparó.
Nunca antes habían visto que llevaran un muerto a un cuartel de la Policía en un ataud y, menos aún, en una camioneta, como se de plátanos se tratara.
En pocos segundos, el cadáver se convirtió en la "estrella" y los curiosos abrieron al ventanida de cristal.
Quería ver quien era. Algunos, más osados todavía, le hicieron fotos con sus teléfonos móviles. Fue todo un espectáculo.
Delante, junto al chofer de la camioneta, estaba Antonia Martínez, la madre del asesinado, con un puñado de fotos de su hijo ya cadáver.
-“Mire ahí periodista, lo mataron, le dieron palos, puñalá y ahora lo quieren soltaa” al asesino, dijo la mujer.
El trafico vehicular y peatonal por la parte frontal del destacamento se vio interrumpido, por transeúntes y curiosos que se afanaban en poder ver el cadáver evidencia que habían parado en el frente del puesto de policía.
Los familiares aseguran que fueron unos talesl Ali y El Turco, que están detenidos en el puesto de policía, pero que la fiscalía de homicidio reclama la presentación de testigos para procesar el expediente.
Es por eso que decidieron antes de ir a enterrar al muerto, llevarlo hasta el destacamento Ensanche Felicidad como evidencia de que los que están allí fueron que lo mataron.
El fiscal de homicidio no estaba en su oficina del destacamento, pero a falta de testigos, los agraviados le llevaron el muerto.