Johnny Alberto Salazar
NAGUA.-Desde que Francis Frías publico en su diario digital Prensa Libre Nagua la noticia de que por poquito me dejan a mi en el Centro Medico CEMNA, en donde fuimos a saber del alcalde Angel de Jesús López (EL COMPA), me han llamado gente de todas partes y han venido a visitarme.
Y es cierto que luego de pasar a ver al Compa, nos encontramos con que a poca distancia una pariente del Alcalde, estaba tomando la presión a su madre, mujer que en ningún momento quiso despegarse de su hijo.
A modo de “chercha” le dije a Francis Frías, que debía tomarse la presión porque lo vería “raro”.
Accedió y en pocos minutos la doctora le dijo que su presión estaba bien.
Luego me toco el turno a mí y en cuestión de minutos me dijo que la presión la tenía alta.
Baje al consultorio del doctor Omar Brito, especialista en cardiología que atendió al Compa y le explique la situación y de inmediato me indico unos medicamentos, los que de inmediato pase a comprar a la farmacia mas cercana.
La verdad es que producto de la sobre carga que tengo, incluso ahora en momento que escribo estas líneas, el estrés se me ha incrementado a tal punto que debo tomar momentos para mi.
Es que casi todo mi tiempo lo dedico a los demás porque me preocupan tantas cosas que ni no hago lo que hago, me sentiría cómplice.
De todas formas tratare de combinar todo lo que hago por el bien de la ciudadanía, especialmente por los niños y niñas de mi pueblo, de quienes procuro que todos y todas comprendan que no es verdad que son el futuro de la Patria, si no el presente.
En estos momentos un tanto difíciles, agradezco las llamadas y los correos electrónicos de la doctora Paredes, desde Italia, a Javier López, desde Bilbao, a José Miguel desde Madrid, a Amaurys desde Nueva York, hasta a los niños con quienes he vendido arroz con dulce para hacer unos centavos que nos permitan, Dios mediante celebrar una rica cena para la navidad.
La verdad es que con esta simple y al mismo tiempo compleja situación, les juro que no sabia que me querían tanto.
Gracias una vez más y como dice el Padre Rogelio: Que viva la solidaridad.
NAGUA.-Desde que Francis Frías publico en su diario digital Prensa Libre Nagua la noticia de que por poquito me dejan a mi en el Centro Medico CEMNA, en donde fuimos a saber del alcalde Angel de Jesús López (EL COMPA), me han llamado gente de todas partes y han venido a visitarme.
Y es cierto que luego de pasar a ver al Compa, nos encontramos con que a poca distancia una pariente del Alcalde, estaba tomando la presión a su madre, mujer que en ningún momento quiso despegarse de su hijo.
A modo de “chercha” le dije a Francis Frías, que debía tomarse la presión porque lo vería “raro”.
Accedió y en pocos minutos la doctora le dijo que su presión estaba bien.
Luego me toco el turno a mí y en cuestión de minutos me dijo que la presión la tenía alta.
Baje al consultorio del doctor Omar Brito, especialista en cardiología que atendió al Compa y le explique la situación y de inmediato me indico unos medicamentos, los que de inmediato pase a comprar a la farmacia mas cercana.
La verdad es que producto de la sobre carga que tengo, incluso ahora en momento que escribo estas líneas, el estrés se me ha incrementado a tal punto que debo tomar momentos para mi.
Es que casi todo mi tiempo lo dedico a los demás porque me preocupan tantas cosas que ni no hago lo que hago, me sentiría cómplice.
De todas formas tratare de combinar todo lo que hago por el bien de la ciudadanía, especialmente por los niños y niñas de mi pueblo, de quienes procuro que todos y todas comprendan que no es verdad que son el futuro de la Patria, si no el presente.
En estos momentos un tanto difíciles, agradezco las llamadas y los correos electrónicos de la doctora Paredes, desde Italia, a Javier López, desde Bilbao, a José Miguel desde Madrid, a Amaurys desde Nueva York, hasta a los niños con quienes he vendido arroz con dulce para hacer unos centavos que nos permitan, Dios mediante celebrar una rica cena para la navidad.
La verdad es que con esta simple y al mismo tiempo compleja situación, les juro que no sabia que me querían tanto.
Gracias una vez más y como dice el Padre Rogelio: Que viva la solidaridad.