Fuente: TeleSURPUERTO PRINCIPE.-A 442 muertos y 6 mil 742 hospitalizados se elevó el número de afectados por el brote de cólera que desde hace tres semanas azota a Haití, que todavía sufre las consecuencias del devastador terremoto de enero pasado que dejó a más de un millón de personas en las calles, anunció este miércoles una fuente oficial.
La portavoz del Ministerio de Salud, Jocelyne Pierre-Louis, en rueda de prensa desde la capital del país, Puerto Príncipe, puntualizó que en el último fin de semana se registraron más de 100 muertes y "aumentó de manera significativa" el número de hospitalizados con diarreas y vómitos.
"Los informes de los hospitales dieron cuenta de 105 muertes desde el sábado y de mil 978 nuevas hospitalizaciones, para un total de 6 mil 742", precisó.
La enfermedad ha sido detectada en cinco de los 10 departamentos que conforman Haití, por lo que en los últimos días las autoridades abrieron nuevos centros de tratamiento del cólera (CTC).
"La enfermedad inicialmente fue localizada en los departamentos de Artibonite (centro - oeste) y Plateau Central (este), pero ya ha afectado las regiones del Oeste, Noroeste y Norte", afirmó.
Añadió que ante el significativo aumento de pacientes se han desplazado equipos de epidemiólogos a varias regiones del país para agilizar las pruebas de verificación de la enfermedad.
Por su parte, el periodista de la televisión cubana, Noel Otaño explicó este martes a teleSUR que para contrarrestar la expansión de la enfermedad, el Gobierno de Haití y las organizaciones internacionales han priorizado "ir asegurando en primer lugar la vida y también los recursos de la población".
Otaño dijo que como medida de prevención ante la llegada de tormenta Tomas, por la que se declaró alerta roja en el país este martes, el departamento de Protección Civil haitiano se ha contactado con organismos humanitarios presentes en el país y se han visitado los campos de desplazados para intentar convencer a los cientos de miles de haitianos, que han hecho de estas carpas su hogar, que los abandonen.
"Es una tarea bien difícil, las autoridades visitan los campos de desplazados para advertirlos y hacer que la gente salga de ellos, pero no han dado resultado y eso es la principal preocupación, pues la gente muestra una baja percepción del riesgo que están corriendo", agregó Otaño.
El periodista también indicó que el Servicio Marítimo Nacional "ha decidido mantener en un buen resguardo las embarcaciones en el puerto para evitar catástrofes a la llegada de la tormenta".
Recursos escasos Otra de las preocupaciones de las autoridades haitianas es la falta de recursos de la población para hacer frente a la enfermedad, que se suma al alto nivel de contaminación del agua, que facilita la propagación de la epidemia.
"Afortunadamente varios departamentos han evitado (la epidemia) por ahora, pero tomamos las disposiciones para reforzar la sensibilización y la responsabilidad", expresó Pierre Louis.
Con relación a este tema, Otaño recalcó que "después del cólera la comunidad internacional respondió pero aún hay muchas organizaciones trabajando para tratar a los nuevos y viejos pacientes".
Asimismo, manifestó que las cosas son más difíciles porque a varios grupos humanitarios se les han agotado sus recursos "y la cifra de enfermos no ha dejado de subir".
Ante este panorama, las autoridades locales también informaron la medida de trasladar la mayor cantidad posible de alimentos y medicinas hacia la zona sur del país, hasta ahora la más vulnerable ante el paso del huracán Tomas.
Esta epidemia de cólera está afectando al país más pobre de América desde mediados de octubre pasado, y aunque aún no se ha confirmado su origen, el presidente del país, René Preval, ya ha dicho que cree que "es importada".
En este sentido, la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) destacó "la dificultad, incluso la imposibilidad" de saber cómo llegó al país esta dolencia, pese a que se ha comprobado que la cepa causante de la epidemia es igual a una hallada en Asia meridional."
Debido a la rapidez de los movimientos de las cepas de cólera a través de todo el mundo", transmitidas por alimentos, aguas contaminadas o personas infectadas, expertos de salud "han subrayado la dificultad, incluso la imposibilidad de determinar con precisión la manera en que el cólera llegó a Haití", enfatizó la misión de la ONU en un comunicado emitido este martes.
El 12 de enero pasado, un terremoto de 7 en la escala de Richter, causó más de 200 mil muertos y dejó sin hogar a 1,5 millones de personas.
Los casi inexistentes recursos públicos y el incumplimiento de la comunidad internacional en la entrega de ayuda a la isla caribeña, ha originado que a 10 meses del sismo, todavía los damnificados estén viviendo en carpas de plástico o artesanales.
Estas personas, que además conviven en situación de hacinamiento, no cuentan con las mínimas medidas de higiene para evitar la contaminación de los alimentos o del agua.
Se ha señalado como foco de la enfermedad al río Artibonit, que nace en el norte y se extiende por todo el centro de Haití, cuyas aguas son usadas por la población para las labores cotidianas.
El apoyo extranjero efectivo y que aún se mantiene es brindado por organización regionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y el del cuerpo de médicos de la bloqueada Cuba, cuya presencia no es nueva.
Gran parte de esta brigada médica cubana está residenciada en Haití desde 1998, después de que el huracán George provocó pérdidas multimillonarias en el país y la muerte de miles de personas.
En esa época, Cuba envió a la destrozada nación más de dos mil 500 asistentes médicos y las toneladas de medicamentos que pudo.
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