Johnny Alberto SalazarNAGUA.-Perfecto, es el apodo de un confeso delincuente “de poca monta” que como dicen por estos predios “le ha robado hasta a la mama del diablo”.
Su nombre complete es Danny Manuel Paredes Reyes, quien a pesar de sus acciones delincuenciales ha encontrado al menos dos mujeres, quienes han tenido “el tupe” de parirle 5 muchachos.
Y fíjense las edades:
Engel de 5 años
Luz Marelyn de 5 años.
Danny de 4 años.
Geraldy de 4 años.
Hansely de 3 años.
Como ven hay dos de 5, dos de 4 y una pequeña de 3 años.
Las dos mujeres las mantenía preñadas casi simultáneamente y por eso apenas se llevan unos meses de diferencia.
El domingo 11 de julio del presente año, la policía lo persiguió porque en el sector de Nueva Nagua, fue sorprendido cuando procuraba robarle a una hermana de la fiscal titular de esta población Agustina Castillo.
En medio de un tiroteo fue atrapado y al menos tres balazos perforaron una de sus piernas.
Le cortaron un pie, situación que lo ha llevado a caminar con muletas, pero aun así desde aquel domingo, confiesa los robos no han parado.
El pasado jueves determino llegar hasta la emisora Vida FM 90.1 por intermedio del dirigente comunitario del Movimiento SE PUEDE Renso Methanol.
Ese día Renzo me había hablado de que Perfecto, el confeso ladrón le había manifestado el interés de “rehabilitarse”, y hasta quería volver a la escuela a cursar el tercero de bachillerato, curso en el que quedo, tras los múltiples arrestos por robo, consumo y trafico de drogas.
Se presento a la emisora con dos de sus pequeños, argumentando que no tenía mascotas, ni mochilas, ni ropa para enviarlo a la escuela, en la que los apunto en el sector de San José de Villa.
De inmediato, se puso en acción la línea 809-584-4314 y comenzaron los oyentes a donar todo cuanto este Antisocial solicitaba.
Algunos hicieron donativos vía telefónica, pero otros llegaron directamente a la estación de radio para entregar directamente los utensilios.
Eso si, que muchos, quizás la mayoría no creían para nada y hasta decían “Perfecto no se arregla ni matao”.
De hecho, le dijeron a Renzo que no se metiera en eso, “que dejara ese perro que se lo lleve el diablo, que ni su mama, ni su papa quieren verlo cerca”.
Aun así, insistí en que es posible darle aunque sea una única oportunidad y no ni siquiera por El, si no por los niños que no tienen la culpa de sus “cualidades” como ratero.
YO TAMPOCO TE CREO
A Perfecto, a quien conozco porque a cada momento esta tras las rejas y figura en los informes de la Policía y de la Dirección Nacional de Control de Drogas, le dije que “yo tampoco estoy en creerte”, sin embargo lo que hago lo estoy haciendo porque Renzo te ha traído, y mucho mas porque esos niños deben ir a la escuela.
A Perfecto le dimos suficiente tiempo para que se expresara en el programa El Gobierno del Nordeste.
Juro que cambiaria y que quienes quedarían mal, serian aquellos que le llamaron para hablar en su contra.
Llego un momento que a muchos en la cabina, incluso a El, “se nos aguaron los ojos”, o sea que queríamos llorar al ver los pequeños, quienes terminaron rendidos por el sueño, quizás del hambre que aun tenían.
Todos y todas coincidimos que si Perfecto, no cambiaba quien perdería era El y no quienes les dimos la oportunidad para que encaminara su vida y la de sus hijos por otros senderos.
Sin embargo, otros insistían en casos que hemos tratado en el mismo programa, por ejemplo el del ex pelotero Ambiorix Burgos, quien guarda prisión en una cárcel de Samana, luego de mil consejos y el de Robert Luciano, quien fue condenado a 10 años de cárcel por traficar con drogas, luego de jurar al pueblo y a Dios, que se retiraría del sucio negocio.
Despedimos a Perfecto y a sus niños con caramelos, mochilas, cuadernos, lápices, zapatos y otros utensilios para ir a la escuela.
Hizo el compromiso de al día siguiente enviar a sus pequeños a recibir clase y que El lo haría el domingo siguiente en el método definido como PREPARA, que consiste en hacer el bachillerato en menor tiempo de lo habitual.
Aunque casi nadie, incluyendo yo, espera nada bueno de Perfecto, al menos hemos cumplido con intentar hacer algo y quien sabes si a lo mejor, los niños pueden cosechar algo de este intento por rehabilitar a un confeso delincuente que ahora tiene un pie menos, que lo perdió en medio de esas acciones de las que hasta ese momento hacia de manera “perfecta”, hasta que lo encontró una patrulla.
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