Por Robert Vargas / Mi Opinión
Fuente: Ciudadoriental.com
Ayer día sábado recibí la mayor lección de mi vida. Ni siquiera los años de estudios en la escuela básica, media ni en la universidad me dieron una enseñanza tan rica.
Tan aleccionadora, tan aplastantemente aleccionadora.
La cacareada "voluntad popular" no es más que una maldita estupidéz que la usan unos carajos para burlarse de la población.
Bien hicieron aquellos millones de dominicanos que no le hicieron caso al llamado a ir a votar.
Estúpido fui yo que no le hice caso a quienes llamaba a votar por "ninguno", y, de pendejo, fui al colegio electoral que me corersponde a votar.
¡Buenísimo que me pase!
Lo que ayer ví en la Junta Municipal Electoral de Santo Domingo Este es lo más desgarrante que he podido ver.
Ocurre que ya la Junta Central Electoral dio a conocer al país su lista de candidatos ganadores y, sin embargo, allí, en el patio de la Junta Municipal Electoral hay 44 urnas repletas de votos de ciudadanos que fueron a cumplir con su deber y ¡Ni siquiera han sido mirados!
¡No serán contados!
A los flamantes "jueces" no les interesa que esos votos sean contados.
¿Estarán ahí los dos votos míos o los suyos?
Entonces, ¿Para qué coño llaman al pueblo a votar?
¿Para engañarlo?
Para que Usted, que lee estas líneas entienda qué es lo que ocurrió, le vamos a dar una explicación lo más breve que me sea posible.
Ocurre que los funcionarios de 44 colegios electorales no supieron cómo llenar las actas de votación y estas llegaron "descuadradas" a la Junta Electoral.
Para resolver el problema, los jueces han decidido ni siquiera mirar esas urnas.
Y, en breve, es probable que las envíen para la Junta Central Electoral y, dentro de unos días o semanas, las tiren al basurero.
Lanzarán a la basura la voluntad de todos aquellos ciudadanos que fueron a esos colegios electorales confiando en la democracia y en que su voluntad sería respetada.
Sus votos no contarán para nada.
Esto es una burla total.
Es más, ni siquiera miran la totalidad de los votos "anulables" u "observados".
Solo se fijan en "una proporción". Más nada.
¡Qué cojones tienen! o ¡Qué ovarios tienen!
Si esto es la democracia, entonces, ¡Abajo la democracia!
¡Abajo la democracia!
mayo 23, 2010
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