SANTO DOMINGO.- El director de la Escuela Nacional Penitenciaria, Roberto Santana, aclaró que el recluso Virgilio Burgos, acusado de participar en el secuestro del joven Eduardo Baldera Gómez, y quien murió el pasado martes, llegó en buen estado de salud a la cárcel de San Francisco de Macorís, donde fue traslado a solicitud de sus familiares.Explicó que Burgos, quien afirmó siempre presentó una conducta normal, horas antes y el día en que falleció se quejó de dolor de muela por lo que fue atendido por una odontóloga, y que pasada las siete de la noche dijo sentir un dolor en el pecho por lo que fue transferido de inmediato al hospital San Vicente de Paúl, donde murió poco después de un infarto.
Ante las denuncias de sus familiares de que Burgos murió por los golpes que recibió de la Policía, Santana aseguró que el nuevo modelo penitenciario no recibe personas heridas, maltratadas o torturadas.
“Nosotros recibimos personas en buen estado de salud, el que le haya dado sus golpes a alguien que busque donde curarlo, pero allá no nos lo va a tirar encima y cuando esa persona llegó (Virgilio Burgos) el médico lo evaluó y estaba en buen estado de salud”, indicó.
Sin embargo, entrevistado en el programa El Día, reveló que cuando Burgos fue recibido por las autoridades del penal pudieron constar que tenía heridas cicatrizadas en las manos, “no estaba herido, sino que tenía cicatrices de algo que le ocurrió antes de llegar, allá llegó por sus pies y bien”.
Roberto Santana lamentó la muerte de Burgos, señalando que en los próximos días comenzaría a desempeñarse como profesor de informática en la cárcel Vista al Valle de San Francisco de Macorís, ya que las evaluaciones demostraron que tenía la capacidad y la disposición para ello.
Asimismo, garantizó que en las cárceles del nuevo sistema Penitenciario no se tortura a los detenidos, resaltando que son centros de segunda oportunidad, para corregir a las personas y ayudarlas a iniciar una buena vida, “no para caerles a golpes”.
En otro orden, el director de la Escuela Nacional Penitenciaria adelantó que este año entraran al sistema otras cuatro cárceles, entre ellas Baní-mujeres, con la cual el 80 por ciento de las mujeres privadas de libertad pasan al nuevo modelo.
