Fuente; Vigilanteinformativo.com
Foto: Vidadominicana.com
SANTO DOMINGO.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Comité Dominicano de los Derechos Humanos anuncian este jueves que el próximo lunes día 6 someterán a la justicia al jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, como autor intelectual, cómplice y/o encubridor de los asesinatos de William Batista Checo y Cecilio Díaz, y junto a él a quién o quiénes tengan responsabilidad en ordenar esas ejecuciones, quien se sabe con cuales fines.
Al mismo tiempo las organizaciones defensora de los Derechos Humanos expresaron que asumirán la constitución en parte civil en el caso del secuestro, vejación y tortura psicológica de la joven estudiante María Magdalena Díaz Osorio, hija de Cecilio Díaz, a fin de que los responsables, directos e intelectuales, paguen por sus hechos.
Hablando en rueda de prensa en el Colegio Dominicano de Periodistas, Manuel María Mercedes Medina, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, dijo que el sometimiento al jefe de Policía se realizará en el Distrito Judicial de Monte Cristi, dónde se produjo el doble crimen de los alegados secuestradores del joven de Nagua, Eduardo Baldera Gómez.
Mercedes Medina habló en compañía de María Magdalena Díaz Osorio, hija de Cecilio Díaz y de su madre Evangelita Ozoria.
“Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Comité Dominicano de los Derechos Humanos hubiera sido satisfactorio saludar con beneplácito el informe rendido por la Comisión Oficial designada para investigar lo concerniente al secuestro del joven Eduardo Baldera Gómez y los hechos que lo rodearon. Pero no”, expresó.
Agregó que “a pesar del aparente consenso en torno a la veracidad del informe, nuestras instituciones consideran que las conclusiones del mismo fueron obligadas por el peso de las evidencias, como son los testimonios del pueblo de Villa Vázquez sobre que entregaron vivos a los señores Cecilio Díaz y William Batista Checo, así como las fotos y videos que lo confirman.
Para el Comité Dominicano de los Derechos Humanos y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos el informe rendido es poco honesto en el sentido de que:
Indicó que al parecer se buscó cargar el dado hacia un solo lado, culpando por entero a la patrulla actuante.
Significó que los oficiales y subalternos que ejecutaron a Cecilio Díaz y William Batista Checo no actuaron voluntariamente, ya que saben que se exponían a ser condenados a 30 años de cárcel, y “como es sabido, los militares no actúan por voluntad propia, ellos cumplen órdenes”.
Los defensores de los Derechos Humanos deploraron que la comisión de la Procuraduría no hizo referencia “a los autores intelectuales y/o cómplices de los asesinatos, o de dónde salió la orden, siendo notable el esfuerzo por encubrirlos”.
El documento que suscriben las dos entidades defensoras de los Derechos Humanos en la República Dominicana subraya que “Condena como secuestradores a los señores Cecilio Díaz y William Batista Checo, si aportar prueba alguna, más que referencias a cruces de llamadas y declaraciones obtenidas en base a torturas, palos, amenazas.
Es de observar que el informe señala que Cecilio Díaz y Eduardo Baldera Gómez fueron apresados por la comunidad cuando pedían ayuda para ir a Santiago, ya que estaban desorientados y la zona era desconocida para ellos, por lo que cabe preguntarse cómo era que tenían secuestrado a Baldera Gómez en un lugar que desconocían”.
Expresan que el referido informe, dado a conocer en rueda de prensa por el Procurador Radhamés Jiménez y los comisionados no señala a los responsables de secuestrar, vejar y torturar psicológicamente a la joven María Magdalena Díaz Osorio, de 22 años de edad, estudiante de Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo e hija del asesinado Cecilio Díaz.
Eduardo Baldera Gómez fue secuestrado en la casa de su novia el 18 de septiembre por varios hombres vestidos de policías y “apareció” 23 días después en una comunidad rural de Villa Vásquez, alegando que se le había escapados a sus captores después de abrir “con un palito” las esposas que lo mantenían prisionero.
En la ocasión, el jefe de la Policía anunció al país que en una comunidad rural de Villa Vásquez se registraba un enfrentamiento a tiros entre agentes de la Policía y los alegados secuestradores, pero esos argumentos fueron echados por tierra por la comisión investigadora que concluyó diciendo que estos fueron ejecutados muy lejos de la escena del secuestro.
