Johnny Alberto SalazarNAGUA.-Faltaban unos minutos para las 7 de la noche cuando el confeso vendedor de drogas Robert Luciano, ya estaba en ocupando un asiento en la parroquia Divino Niño.
En el templo se estaba preparando una misa de despedida a la estadía en Nagua de los sacerdotes Eligio Báez Rondon y Rigoberto Zamora.
Me motive a ir porque aprecio el trabajo pastoral d esos dos curas, a los que en Nagua hemos acogido como si se trataran de una buena familia.
Pero confieso que también asistí porque en el programa el Gobierno del Nordeste de Vida FM 90.1, Robert, prometió ir a ese templo para tal y como lo hizo al público, pedir perdón a Dios por los daños causados durante tres años que se mantuvo vendiendo drogas.
Se mostraba bien tranquilo y casi siempre con la cabeza hacia abajo.
Parecía que de verdad estaba arrepentido.
De hecho, cuando llego el momento de la oración inicial de renacimiento de nuestros pecados, se dio tres veces en el pecho: “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”.
Me coloque justo al frente de donde estaba sentado, pero al otro extremo de la gigantesca parroquia.
Solo quería seguir paso a paso lo que hacia, pero en un lugar en donde no se percatara que lo estaba vigilando.
MOMENTO DE LA ORACION DE SANACION
El padre Rigoberto Zamora, dirigió la oración de sanción y combinados con cánticos cristianos, rogó a Dios por los enfermos del alma y del cuerpo para que se apiade y le devuelva la salud.
También rogó por los incrédulos y para que quienes hacen maldad se entreguen al Señor.
El religioso también oro por quienes han apoyado el proyecto de construcción de la parroquia Divino Niño, para que sea el mismo Dios que le multiplique lo que han aportado.
En fin, el Padre Zamora, oro por toda la comunidad a fin de que se mantenga unida y sigan cosechando los frutos del trabajo pastoral que ha quedado con el paso del padre Eligio.
En ocasiones parecía que Robert, al igual como vi a otros también lloraría por la prefundid y el estilo de las oraciones.
Note que a muchos, y creo que a El también se les pusieron “los pelitos de punta”, cuando en medio del pedimento a Dios para que cure a los enfermos del alma y del cuerpo, se hizo escuchar una estrofa de una canción que dice “nada es imposible para ti”.
A la hora del la oración del Padre Nuestro, Robert también lo hizo completo.
Padre nuestro que estas en el cielo santificado sea tu nombre. Enfatizo el confeso malhechor para más adelante continuar: Perdona a los que nos ofenden, no nos deje caer en tentación y líbranos del mal, amen.
En el trayecto del tiempo, Robert Parecía estar inquiero porque parece que le hacia falta algo.
Lo vi. Que recibió o hizo más de una llamada telefónica.
Cuando el padre Eligio lo llamo, para que diera su testimonio además de pedir perdón a Dios, revelo que le hacia falta la presencia de su madre o de algún hermano de esos que también han estado metidos en múltiples fechorías.
LO QUE DIJO ROBERT LUCIANO AL LADO DEL PADRE ELIGIO BAEZ Y FRENTE A UNA MULTITUD QUE ASISTIO A LA PARROQUIA DIVINO NIÑO
Muy buenas noches:
Me llamo Robert Luciano, vivo en la avenida Julio Lample numero 21.
En el 2006 comencé una mala vida, muy mala vida con el asunto de las drogas, pero gracias al Señor, hoy el Señor me toco.
Yo le pido a todos los jóvenes que están aquí presente que no se desvíen por ese camino, que ese camino es malvado, malo.
Muy malo el camino, ese camino me ha llevado a mi a muchísimas cosas, a muchos errores que hoy yo les pido que me perdonen y le pido a que Jesús, que nunca, que nunca jamás me haga dar un paso atrás.
A mi madre que esta allá en la casa, que no pudo venir, que hable con hoy, le dije que me resigne a no llevar esta mala vida.
Que muchos piensan por ahí que es muy buena, pero no, eso es mentira.
Te ofrece muchas cosas, pero mucho daño te hace.
Gracias.
Robert, llego solo a la parroquia y poco después lo pude fotografiar hablando con el padre Eligio.
Esto fue minutos antes de comenzar la eucaristía.
Las palabras del confeso vendedor de drogas parecían ser verdaderas.
Eso si, que llego un momento que le dije a Jaime Suárez (director el diario naguaportadadigital.blogspot.com), que si se dio cuenta de que no se metió a la fila a la hora de comulgar.
Jaime Suárez, se mantuvo muy activo tomándole fotografías y hasta le pregunto que si las dos muchachas que estaban a su lado eran sus hermanas, a lo que contesto que no.
Pidió perdón a Dios y fue insistente al llamar a la juventud para que se alejen del vicio de las drogas.
Cuando volvió a su silla, me dio la impresión de que le hacia falta un fuerte abrazo de alguien como su madre.
Una mujer llamada Carmen, de quien también dicen estaría metida en el bajo mundo de la venta de drogas.
Pero ella “estaba ocupada”, según revelo el propio Robert, durante su testimonio.
De todas formas, aunque no recibió ese fuerte abrazo de su madre Carmen, Robert, confeso que había hablado con ella y le dijo que “me resigne a no llevar esta mala vida”.
Como les conté, tampoco sus hermanos le acompañaron.
Uno de estos esta preso en la cárcel de Samana
Es “Víctor la Rata”, quien cumple una condena preventiva luego de que fuera atrapado por una patrulla de la DNCD con un kilo y medio de cocaína y 38 mil pesos falsos.
Los otros hermanos, son más pequeños, dos de esos menores de edad, pero aun así, han estado metidos en el bajo mundo.
De hecho, ambos ya saben lo que es estar en una cárcel.
Probablemente, aunque Robert quería que su familia estuviera allí, en la Parroquia del Divino Niño Jesús, quizás no hicieron tanta falta.
Es que los aplausos y las felicitaciones llovieron por parte de la multitud que colmo el templo.
De ahora en adelante, si el compromiso proclamado por Robert Luciano, es traicionado, seria el mismo Dios a quien le tocaría aplicar justicia.
Esto fue minutos antes de comenzar la eucaristía.
Las palabras del confeso vendedor de drogas parecían ser verdaderas.
Eso si, que llego un momento que le dije a Jaime Suárez (director el diario naguaportadadigital.blogspot.com), que si se dio cuenta de que no se metió a la fila a la hora de comulgar.
Jaime Suárez, se mantuvo muy activo tomándole fotografías y hasta le pregunto que si las dos muchachas que estaban a su lado eran sus hermanas, a lo que contesto que no.
Pidió perdón a Dios y fue insistente al llamar a la juventud para que se alejen del vicio de las drogas.
Cuando volvió a su silla, me dio la impresión de que le hacia falta un fuerte abrazo de alguien como su madre.
Una mujer llamada Carmen, de quien también dicen estaría metida en el bajo mundo de la venta de drogas.
Pero ella “estaba ocupada”, según revelo el propio Robert, durante su testimonio.
De todas formas, aunque no recibió ese fuerte abrazo de su madre Carmen, Robert, confeso que había hablado con ella y le dijo que “me resigne a no llevar esta mala vida”.
Como les conté, tampoco sus hermanos le acompañaron.
Uno de estos esta preso en la cárcel de Samana
Es “Víctor la Rata”, quien cumple una condena preventiva luego de que fuera atrapado por una patrulla de la DNCD con un kilo y medio de cocaína y 38 mil pesos falsos.
Los otros hermanos, son más pequeños, dos de esos menores de edad, pero aun así, han estado metidos en el bajo mundo.
De hecho, ambos ya saben lo que es estar en una cárcel.
Probablemente, aunque Robert quería que su familia estuviera allí, en la Parroquia del Divino Niño Jesús, quizás no hicieron tanta falta.
Es que los aplausos y las felicitaciones llovieron por parte de la multitud que colmo el templo.
De ahora en adelante, si el compromiso proclamado por Robert Luciano, es traicionado, seria el mismo Dios a quien le tocaría aplicar justicia.
El Padre Eligio, lo felicito pero le dijo que la comunidad y el mismo Dios estaria vigilandole.
