Juan Carlos PichardoEn materia de corrupción es mucho lo que se ha hablado y nadie quiere ponerle la tapa al pomo.
Pareciera que las complicidades existentes en materia política impiden que de una buena vez se busque la solución a un tema tan nodal de nuestra economía.
Y no es tan complicado, lo cierto es que no existe ningún interés en que sea solucionado.Los dominicanos hemos asistido a dos reformas constitucionales en menos de 10 años.
Hemos visto manifestaciones a favor y en contra de determinadas leyes dentro de la carta sustantiva.
Hemos visto movilizaciones a favor de la derogación de la ley de Hidrocarburos.
Pero en materia de corrupción administrativa todo se ha quedado en foros y eventos internacionales que nada conducen a solucionar el tema.
Rendición de cuentas, descentralizaciónes, justicia, etc, nada parece ser suficiente para detener la malversación en el erario público.
Hay que reconocer que la entidad de ética gubernamental ha sido todo un fracaso y a todas luces desacreditada por la formulación de un expediente falso contra uno de sus funcionarios en el cuatrenio pasado.
El Depreco solamente ha servido para instrumentar expedientes que no han surtido efectos.
La procuraduría general de la república y la fiscalía solamente atienden los grandes casos donde hay que perseguir, incautar y luego distribuir bienes relacionados con el lavado de activos por narcotráfico, para lo cual tambien existe una ley especial.
El Banco central de la Tepública Dominicana maneja lo relativo a las quiebras bancarias a traves de una oficina denominada Copra.
Con mucha pena leíamos las declaraciones de Doña Licelotte Marte, presidenta de la Cámara de Cuentas donde señalaba que dentro de la administración pública “existen ovejas descarriadas”, sin embargo esas ovejas seguirán pastando igual porque nada se hace.
El mismo gobierno ha admitido la existencia de corrupción, pero nada hace y los funcionarios a los cuales se les han señalado actos reñidos con el manejo de fondos públicos, con exepción de los mas pequeños que han sido sometidos, siguen en sus cargos.
Las denuncias solo pasan como intereses de adversarios políticos empeñados en dañar la gestión de determinadas personas o del gobierno mismo.
Todo se queda en denuncia! Pareciera ser que la corrupción solo es una especialidad de narcos y banqueros.
El día que se modifiquen las leyes e incluyan la “reversión de la prueba” como punto básico en contra de la corrupción entonces podremos decir que la lucha toma rivetes de seriedad.
Todos sabemos que existen funcionarios que no podrían justificar lo que hoy tienen en base a un salario estatal. Todos sabemos que se han construido mansiones sin haber recibido herencia o tener un hijo pelotero en las grandes Ligas.
Todos sabemos como vivían... todos sabemos como exhiben riquezas.
Todos sabemos como manejan las finanzas de determinadas instituciones.
Pero nadie hace nada o no dice nada por temor, por retaliación, porque de una u otra forma dependemos de papá gobierno, porque los corruptos de hoy pueden ser los gobernantes de mañana.
Todo parece indicar que nada cambiará, que seguiremos el mismo derrotero de denuncias y denunciados, donde todos estaremos en el mismo saco o como corruptos o como corruptores y podremos arreglarlo con una misa donde podremos ser bendecidos por las mas altas autoridades eclesiásticas.
Dichosos pues los llamados a esa Cena.
juanpichardo@hotmail.com
